Yus Castro
Yus Castro
Pasaron más de 11 meses de entrenamiento, días duros, difíciles, días mucho más fáciles. Momentos en que quería dejar todo atrás y no seguir, otros en los que mi Coach Yesid Orjuela y mi Orjuela team me impulsaban a seguir y me convencían de que podía lograrlo. Un sueño y una meta deportiva tan lejana que jamás en la vida pensé llegar cumplir. En varias oportunidades me cuestione y me llene de ansiedad pensando en que mi cuerpo no iba resistir, pero siempre tuve el apoyo de mi familia y mis amigos que siempre me decían que estaba mental y físicamente preparada.
Entendí que no solo mi cuerpo debía estar preparado, mi mente jugaba un papel muy importante, alejar los pensamientos negativos y llenarme de confianza era fundamental. Sin contar con la nutrición deportiva el intentar consumir cualquier tipo de suplemento corriendo era todo un reto. Inicialmente empecé probando los geles que poco a poco mi cuerpo fue tolerando mucho mejor, las cargas de carbohidratos, la proteína, el complejo B, vitamina C. Cuando empiezas a correr piensas que es solo ponerte los tenis y salir a la calle y no es así, debes tener en cuenta un montón de factores que realmente van hacer la diferencia en tus resultados.
Decidí hacer mi primera maratón fuera del país en el lugar que me soñaba conocer desde muy pequeña, Buenos aires Argentina, viaje 2 días de la competencia, intenté distraerme tratar de hacer cosas para evitar pensar en la competencia. Concentrada en no probar nada raro, comiendo mucha pasta que para mi no fue un problema porque la amo y muy importante la hidratación. La noche anterior priorice el descanso desde muy temprano hice una oración y me prepare mentalmente para el reto.
Llego el día tan esperado domingo 24 de septiembre, una mezcla de sentimiento pasaron por mi corazón, mucha alegría, ansiedad, miedo, pero sabía que me había preparado por mucho tiempo para lograrlo. Desayune temprano lo mismo de siempre, me puse mi armadura de batalla y con valentía me dirigí hasta el punto de partida de la competencia con mi compañero de lucha mi novio que se encargó de que cada detalle fuera perfecto.
En el corral antes de empezar no pude contener las lágrimas, pensé en cada entrenamiento, en todos mis compañeros, en mi familia, en mi coach, en Dios y en todas las personas que de una u otra forma estuvieron conmigo en este proceso tan lindo. Empezó la competencia y mis audífonos no funcionaron para mí la música siempre fue vital, pero esta vez la lucha iba ser entre mi cabeza y yo. Me concentre en mí, en mi pisada, mi respiración, en todo lo que tenía alrededor, en las personas que estaban a mi lado dándolo todo, me llene de pensamientos positivos y solo pensaba en correr en que cada vez estaba mas cerca de mi objetivo, en que solo me quedaba un kilómetro menos.
Todo iba perfecto estaba bien, en los tiempos proyectados, pero en el kilómetro 17 me empezó un dolor en la rodilla izquierda, no me concentre en el dolor seguí trate de no bajarle al ritmo y seguir con fuerza, siendo muy sincera me hizo falta en la competencia la calidez de Colombia de las personas que te apoyan sin conocerte, pero aún así Dios me puso angelitos en la carrera que me animaron a seguir.
En el kilometro 32 mi novio apareció con una bicicleta que no se dé donde consiguió detrás de mí, dándome ánimo y recordándome por todo lo que pase para llegar. Ese fue mi push de energía para poder meterle más ganas a los 10 kilómetros que me faltaban, el dolor era cada vez mas intenso, pero mis ganas, mi fuerza y mi corazón fueron mucho más fuertes, seguí corriendo y cuando faltaban 200 metros pude rematar con todas mis fuerzas y llegar a la meta, con el corazón llenito de agradecimiento y amor, feliz de haber culminado ese sueño y esa meta tan deseada. Si en este momento estas pensando hacer una Maratón no lo pienses solo hazlo es una experiencia que te va a cambiar la vida.